mayo 22, 2011

¿Y si es para ti?

Mentiría si dijera que no extraño tu piel. Las caminatas por calles escondidas, los abrazos, esos besos que sólo tus labios me han sabido dar.
Nuestros sueños, anhelos y juegos.
La forma en que me mirabas, tus palabras, ese calor que sólo de tu cuerpo he podido sentir.
El sabor de tu boca, las caricias de tus dedos, la sensación de placer que me producía sentirte a mi lado.
El aire, la humedad, los lugares comunes y los que nadie imaginaría. Ahí estuve contigo y jamás podría regresar sin ti.
Quizá nunca me leas (y tal vez no quiero que lo hagas). Pero sabes (porque lo sabes) que aún están en mí, debajo de mi piel, en cada respiración y detrás de cada rincón. Al igual que tú.

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